Situadas en uno de los lugares más húmedos de Nueva Zelanda, las cataratas de Milford Sound pueden ser permanentes o temporales. Estas cascadas siempre cambiantes, enmarcadas por imponentes acantilados y exuberante vegetación, realzan el encanto etéreo de Milford Sound, convirtiéndolo en un paraíso para quienes buscan las maravillas de los paisajes prístinos de Nueva Zelanda.
Numerosas cascadas encantadoras contribuyen al encanto de Milford Sound. Entre ellas, las icónicas cataratas Bowen se precipitan 162 metros desde un precipicio rocoso, creando un espectáculo cautivador cerca de la desembocadura del estrecho. Las cataratas Stirling, con su caída de 155 metros, son otro punto culminante, que arroja un velo brumoso sobre el paisaje. Sigue leyendo para saberlo todo sobre las cascadas de Milford Sound.